El viento... ¿dónde estará? Sobre los hombros de una mujer hace mucho, tanto que ya mi mente no puede recordarlo claramente, yo morí. Y seguí avanzando con la frente en alto, pensando en que la maldición se iría o, por lo menos, sería menos pesada. Lo entendí aquella vez que te miré a los ojos. mientras bebíamos café y fumábamos algunos cigarrillos Malboro; Jamás volveríamos a estar juntos.

Inclusive así, incluso con todo en contra me dijiste que aún me amabas y que posiblemente, a pesar de que tú no seas mi primer amor ni yo el tuyo, me ibas a recordar por mucho tiempo y nos íbamos a doler por mucho tiempo, quizás sea verdad o tal vez no. Es difícil saber que te he desterrado de mis líneas y mis pensamientos porque, como lo dije antes, yo era terco, frío, inmaduro y no quería olvidarte pero tampoco quería perdonarte. El tiempo sanó mis heridas y yo no quería que las sanara. Ahora este es el único camino que podemos seguir, con la frente en alto, con los sentimientos puestos en otras personas, el tiempo que vivimos fue intenso, demasiado pero se quedó en el pasado y te entiendo... Yo tampoco quería dejarte.

Las promesas son promesas y yo no sería capaz de volver a romper una contigo así que voy a quedarme hasta el final, hasta que desaparezcamos, cuando estés sola yo voy a acompañarte y a consolarte, si todos te atacan entonces yo seré tu escudo, sin preguntas, sin condiciones te seguiré perdonando, te seguiré levantando y te seguiré amando desde mis pequeños secretos, desde mis pequeñas sonrisas y desde mi pequeño mundo.

La palabra con la que defino mi amor, mi cariño y mi preocupación por ti es una: Siempre. O podría ser Todo, cómo más te guste a ti. Duele vivir sin ti a mi lado pero también me siento despreocupado, desordenado, incluso en noches siento que estás conmigo, en mi cama acariciando mi espalda, ardiendo de amor por mí. No voy a preguntarte por qué esos tiempos pasaron, por que los tiempos cambiaron y por qué nosotros no tuvimos la valentía para seguir juntos, eso es algo que ya todos sabemos. Con eso me basta, en cierta parte, ahora mismo soy distinto a como lo era hace unos años, la libertad tocó mi puerta y estoy deseoso de respirarla.

Así que, te lo pido, no llores más por mí porque siempre voy a estar cerca de ti, voy a estar en los helados que tomas, en los cigarros que fumas, en el alcohol que bebes y en las aves que escuchas cantar, estaré siempre allí y además si buscas en tu corazón y en tus recuerdos me encontrarás, porque es ahí donde está mi hogar. Porque dentro de ti es el único lugar donde puedo anidar.