martes, 17 de enero de 2017

Nosotros no somos almas gemelas. Ni compañeros. Ni amantes. Y, querida, las personas no son especiales, uno las hace especiales y yo lo intenté con todas mis fuerzas hacer que fueras especial. Y quiero que estés a la altura de decir y asumir, por una vez, que esta vez no fue mi culpa. Que esta vez yo no fui el que dijo que no éramos almas gemelas y yo no fui el que dijo que nosotros no teníamos que hacer las cosas juntos y yo tampoco fui el que dijo que quería hacer las cosas solo. Quise que fueses la persona más especial para mí y creo que te lo di todo, yo seguiré con mi política de no sacar nada en cara pero si algún día fuese a hacerlo, sabemos que es mucho.

Tú fuiste la que avanza sin importar si me dejas atrás. Tú eres la que va hacia un objetivo y quiere hacerlo sola. Gracias por haberme hecho entender de que solo somos una pareja normal y que nuestro tiempo es limitado. Al parecer tú ya no sientes lo mismo. Tú solo estás allí, a ti no te importa si las cosas debemos hacerlas juntos, a ti no te importa si estoy muriendo a tu lado, si quieres hacer algo más tú harás lo otro. Y eso me enoja. El hecho de que yo no puedo ser así porque realmente te amo. El maldito hecho de que eres el centro de mi mundo y tú... tú ya me dijiste que yo no. No te voy a culpar, todo esto, todo este dolor y el permitir que me hicieras añicos tantas veces como quisieras es totalmente mi culpa y la asumo. Yo ya sabía a lo que iba, sabía lo que iba a venir si me quedaba y seguía consintiéndote. Creí, por unas semanas creí que de verdad ibas a ser la persona que me ayudaría en todo y que jamás me dejaría solo. De verdad me hiciste creer que a tu lado no habría sufrimiento, ni lágrimas, ni dolor, ni arrogancia, ni miedo, ni sentirme defraudado. A tu lado pensé que jamás nunca volvería a hacerme daño. Y lo más tonto es que al final, tú fuiste la que más me hizo daño y tranquila, yo sé que también lo he hecho, pero de eso tú eres la encargada de juzgarme, cómo ya lo has hecho pero ahora mismo me toca expresarme a mí.

Siempre he tenido miedo de perder tu cariño pero voy a serte muy sincero... la persona que estuvo conmigo en estos últimos cuatro día no es la persona que me gusta. No te reconozco. Y me pregunto qué fue lo que te hice para merecer todo este dolor, todo este desprecio, toda esa frialdad, toda esa poca paciencia, toda esa despreocupación... ¿Qué fue lo que tanto te hirió de mí? ¿Tanto te molesta que quiera estar contigo el mayor tiempo posible? ¿Tanto te molesta que he sido lo más respetuoso contigo? ¿Tanto te afecta que intente hacerte feliz incluso si eso conlleva hacerme mierda por dentro?
¿es eso?
Tú no eres la persona de quién me enamoré. Ni yo de la que tú te enamoraste. Lo nuestro ha de acabar antes que nosotros terminemos matandonos.

Anoche soñé contigo, incluso cuando dormías a mi lado. Soñé qué todo estaba bien, que eras la misma de siempre, que eras cariñosa y me decías entre nuestros besos lo mucho que me amabas. Y al despertar... al despertar simplemente te levantaste y te marchaste. Ni un saludo o un buenos días. Me hiciste entender que no fui lo suficiente para ti y que mi amor es demasiado para que tú lo soportes y que no tienes las ganas ni ánimos de soportarlo. Que no he cumplido tus expectativas. Y que no importa lo mucho que haga, yo no merezco ni tu atención ni tu tiempo, ni tus caricias, ni besos. Yo he sido tan malo que solo merezco tu frialdad y tu rabia... y las cosas que me sacas en cara,

Yo solo merezco que me hagas añicos por dentro y que lo soluciones con un perdón y que luego pienses que todo está bien. Te lo dije esa noche, me hiciste demasiado daño y necesitaba quince minutos para recuperarme. Y ahora no estoy seguro de cuando seré capaz de recuperarme de todo este dolor... Todo ese dolor que tú jamás entenderás ni aceptarás.

Lamento haber sido tan poco para ti y haber creído que podíamos ser todo, creer que podías ser algo más que una más.
Lamento haber creído que de verdad podíamos llegar a tener una vida juntos.
Pero tampoco estoy preocupado, tú tienes un futuro brillante y vas hacia él a muy buena marcha...

Ya no me necesitas a tu lado. Ya estás mejor, ya no sufres por un amor que te hizo sufrir y yo creo haber puesto muchos parches a tu heridas y como ya sanaron, ya no tengo un uso. Por eso, de corazón espero que este año puedas volver a tomar tu camino. Y también sé que incluso si me voy o desaparezco no te vas a detener y eso me tranquiliza.

Sé que cuando esté en el fondo del pozo, y cuando esté gritando tu nombre en el corazón de la Tierra pidiendo auxilio, tú no vas a escuchar mi llamado y caminarás a pasos agigantados a una felicidad que te mereces.

0 comentarios:

Publicar un comentario