Regresar. Una palabra tan grande, tan gigante y tan intensa que incluso decirla ya hace acelelar el corazón. Hay muchas cosas que se pueden regresar; ..., la verdad, no sé si sean muchas cosas las que se regresan pero sí sé de muchas que no se regresan tales como el tiempo, las personas, las heridas, los recuerdos y sobre, pero sobre todas las cosas: tú.
El tiempo sana las heridas inclusive si no queremos que sanen. Te largaste un día muy lejos y ni si quiera dijiste adiós, creo que te lo he repetido hasta el cansancio, pero en algún extraño lugar de mi existencia siento de que no importa cuantas veces te lo escriba, te lo diga, te lo grite o te lo dibuje, tú jamás entenderás mi mensaje, ni mi llamado.
Ya no lo hiciste, me ignoraste por largas décadas y seguirás haciéndolo hasta que nos hagamos viejos y quizás cuando estés a centímetros de lanzarte al vacío pienses en mí. Eso sería tierno. Totalmente tierno pero ya no me serviría. De todas formas, sé que estarás esperándome en la otra orilla y que no dejarás que la corriente me lleve hacia otros lugares lejanos. Sé que cuando esté nadando en el río, esta vez no te vas a largar, esta vez me vas a recoger y me vas a llevar por ahí a caminar, mientras los pétalos adornan nuestro caminar.
En las estrellas, en el cielo, en el paraíso o inclusive ardiendo de amor en el infierno, cualquier lugar sería especial a tu lado. Ya no hagas alianzas con el olvido ni crees lazos con el dolor, esta vez será distinto. Esta vez escucharemos el cantar de las aves cada amanecer, tomaremos una taza de café cubiertos por una manta de lana mientras el sol aparece tímidamente entre las montañas y el vapor de nuestras bocas se transformará en aire, nos besaremos y haremos el amor una y otra vez. Nuestra melodía ya no será un violín sino que un piano y estaremos juntos.
El sueño que tuve a los trece años se hará realidad para siempre, el sueño de estar en mi ventana y que las luces de las casas parezcan estrellas, que la nieve parezcan flores de cerezo y que la lluvia moje nuestros zapatos, el sueño de que tú y yo inventemos nuestro destino, de que cantes una vez más para mí. De que hagamos el amor en silencio y que las paredes se traguen nuestros gemidos de amor y que si alguna vez lloramos que lloremos juntos, que si volvemos a mirar la luna que sea abrazados, que si vuelve a nevar que tomemos un tren con destino a ningún lado, que si vuelve a salir el sol en nuestros ojos volvamos a sonreír con toda la intensidad.
La mejor sonrisa de todo el mundo era la que tenías cuando tomabas de mi mano. En ese tiempo brillante tú estabas a mi lado, en ese tiempo resplandeciente yo me sentía tan apacible. Y a pesar de que fuiste una idiota, a pesar de que ya no pude confíar en ti luego de todo, si pudiera volver el tiempo atrás te abrazaría y te diría que ya dejes de sentir dolor, que todo irá bien aunque me veas llorar, que ya no hay más lágrimas dulcinea, que si miras hacia el horizonte solo verás molinos, castillos, torres, girasoles, un gigantesco árbol con muchas manzanas y que me verás a mí, a tu lado, aprentando tus rosadas mejillas.
Ha sido un largo y triste tiempo desde que me dejaste, pero el caballero sigue existiendo, vayamos una vez más a oler las rosas en el monte mi señora, sólo una vez más mi señora y si lo deseas salgamos al exterior mi princesa, te quiero. te amo. Mi paraíso estaba justo a tu lado. ¿Cómo podría dejarte sola de nuevo? Con tu mal humor, con tus declaraciones en la madrugada y con tus ojos desafiante cada vez que algo en mí te molestaba, cuando me tomabas fuerte de mi mano las veces que hablaba con otras mujeres, como podría dejar de volver a ti. El tiempo juntos fue tan corto pero tan intenso. Ese tiempo se convirtió en algo preciado, en algo que escondo de los demás, así que si alguna vez te olvidas, podrás encontrar todo archivado en mis ojos, en mis manos y en mis labios. Voy a recordarte por mucho tiempo, aunque no hayas sido mi primer amor pero puedo asegurarte de que eres el más intenso.
Ese tipo de cosas son las que no se pueden regresar. Las atesoraré. Las guardaré. Aún así, el tiempo ya lo curó todo... Mi princesa, es tan tarde para nosotros, nuestra obra fue cortísima pero sé que hay alguien viéndola, hay alguien escuchándonos cantar. Por eso es que el yo de ese entonces se quedará en ese tiempo tan brillante. Y yo seguiré avanzando.
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"Éste es mi tiempo, un tiempo en el cúal, tú ya no existes." Hoshizora.
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