jueves, 4 de julio de 2019

Pensé que los otoños pasados eran sumamente dolorosos, creí que los dolores olvidados también lo eran y creo que me equivoqué. Que invierno más helado, que invierno más punzante y más que efímero parece eterno.
Qué lástima encontrarme de nuevo congelado y en estático, siendo silencio, siendo secretos e incapaz de hablar con las personas, incapaz de escribir, incapaz de gritar y mucho menos llorar, me escondo del mundo cruel, huyo ante los demás y miro el cielo estrellado anhelando y recordando los tiempos remotos, intentando abrir recuerdos dormidos y encadenados para revolcarme en las penas, para buscar algo parecido al límite lejano del cual alguna vez fui parte de su tormento.
Intento escapar ante la nostalgia, ante la tristeza y me cuesta porque todo es tan bello ahora mismo, todo es tan simple, si fuésemos capaces de entendernos sin mirarnos, si pudiésemos leer nuestros pensamientos y movimientos no existiría duda, no existiría nada más que complicidad innata. Si pudiésemos bailar bajo la oscuridad la música que se escuche, mientras las sirenas lejanas se escuchan al igual que un ladrido de un perro, si algún día pudiésemos reír en bares, drogados y conectados, sería tan maravilloso.
Y la realidad tan angustiante, tan pesada, tan amarga, tan directa. La muerte cercana, los dolores y enfermedades. Años atrás busqué equilibrar mi vida amorosa porque siempre fue lo que me causó más dolor, sentir rechazo, sentir que no he dejado huellas en nadie, creer que pueden olvidarse de mí tan fácilmente, ahora lo he aceptado y en parte es mi culpa; no puedo tirar todo en otras personas por decisiones y sentimientos que yo no puedo decidir aún, por eso los he dejado en estáticos todos, solo para darme cuenta de que hay tantas otras cosas, mucho más importante que el amor y el dolor en el cuál estoy atrapado.
Y soy yo mi peor enemigo, hay alguien más aquí conmigo; un yo tan contrario a mí, alguien lleno de culpas, lleno de flojera, lleno de depresión, alguien que años lejanos fui, un poeta enamorado, un niño inmaduro e inconsciente, un arrogante, aunque eso no haya cambiado en mí, una persona tóxica, amante de lo oscuro, amante del dolor y del daño, del drama, de los lugares sombríos y también buscador de amores virtuosos e idealizados. Un yo egoísta, un yo que no miraba a su alrededor y que decidió desechar todos sus futuros, con sus estudios, con las mujeres que lo amaron sinceramente, un perdedor, alguien con malas decisiones pero al final es tan estúpido... ¿no sigue siendo mi yo actual de la misma manera? ¿No estoy yo muriendo ahora mismo?
Sigo siendo un soñador y sigo anhelando a alguien que me salve del desastre que he hecho, que alguien me mira y me diga que ve todos mis infiernos, que sea capaz de ver mis demonios, alguien que me alcance cuando me escondo en mundos irrisorios y rotos, alguien que baile conmigo por toda la eternidad, alguien que sea tímida y triste, alguien bella en el alma, donde mis anhelos sean su sonrisa y mirada. La persona en quien estoy pensando ahora mismo ¿existirá? ¿habrá existido? ¿existe en es universo? ¿y qué pasa si existe en otro? ¿esa persona también me anhela cómo yo la anhelo? ¿Y qué sucedió con Sofía?
Ella era la quien debía apaciguar todos mis fuegos. ¿Y la olvidada Constanza? No es la persona que era, no es nada más que un invento idealizado de una realidad aburrida y poco intensa.
Sigo siendo un mentiroso y arrogante, sigo siendo un fracaso. Quizás he cambiado mi manera de mirar las cosas, he intentado ver más allá de mi mismo pero la realidad es tan aterradora que solo quiero huir pero tampoco quiero ser cobarde, mi yo actual desea romper todo lazo con el pasado,con el dolor, con las cadenas, quiero ser capaz de decir todo lo que siento, de aclarar mi vida, mis amistades, mis estudios. He estado entumecido durante tanto tiempo y no puedo, hay algo que no me deja y soy yo mismo, estoy seguro que tengo un futuro esplendoroso si trabajo en ello y que no va a haber nadie que me salve, quiero salvarme a mí mismo, aprender, superar mis miedos y cuando pueda ser capaz de entregar algo, cuando tenga algo más ordenada mi vida quiero invitarte a una chela, a una linda cita y decirte que te quiero:)

0 comentarios:

Publicar un comentario