Pese a todo, exponemos el alma rota, exteriorizamos sentimientos secretos y prohibidos, si te encuentro por allí ya no habrá latidos, y puedo pronunciar tu nombre sin sentir dolor, cerrar los ojos, mirar al cielo y sentir tu olor, aunque sabemos que siempre se arruinará, nos entregamos a los brazos del olvido. 

Ahora todo es tan difícil, olvidar es inútil, aunque las líneas del delirio estén aquí, aunque mi cabeza esté en otro mundo, mi ser y mi yo más pasional me sostienen aquí, es solo la manera en que mi perspectiva es, la manera en que veo el mundo. Cada año, en cada invierno siento que no estaré aquí el año que viene, y quiero desaparecer un poco antes de que llores o me extrañes ¿tan sólo podemos drogarnos ahora mismo? No siento tanto dolor ni decepción porque tengo mi mente rota, estoy loco, cuando camino a solas me atrapo a mí mismo en yo infinitos, ¿dónde están las líneas? ¿y el tiempo? Ahora estoy tan drogado que estoy en el cielo.

No tengo nada que mostrarte mientras estuviste lejos de mí.