A veces imagino que me hablas, aunque hace ya un tiempo que no me refugiaba en tu aroma y recuerdo, en tu éxtasis infinito siempre para mí. Sigo preguntándome si sigues creándome en tu mundo, moviéndonos al mismo tiempo, en el mismo tempo en estos agujeros cósmicos incrustados en mi mente.
¿Qué ha sido del campo de batalla por tu parte?
Aquí las cosas están complicadas con enfermedades, con delirio y con el tormento eterno traído por las casualidades del todo. Todo lo que pienso es vida y creo que tú estás viva, cariño. Creo que te he encontrado pero tú aún no me encuentras o simplemente estoy idealizando tu avatar, la manera en que estés en este mundo para que nos ayudemos y mojemos nuestros pies en los arroyos, ya no infernales de mi alma, sino en la pura agua que brotan de nacimientos cordilleranos.
Está bien que ahora no podamos hablar, ahora estamos hundidos en nuestras realidades y demonios, aún así creo que el destino está escrito y la suerte echada y que eventualmente, con estos avances tímidos y efímeros, terminarás en mis brazos y yo terminaré contándote que siempre estuve a tu busca, que siempre quise saborear tu dicha y ocultarme entre tu cuello, sucumbir ante tus recuerdos y que las llamas malignas de nuestros pechos se funda en el humo negro para dar paso a la llama más cálida y real que podría existir en el todo.
Porque si esto es un todo y estamos todos unidos, yo sé que estamos cosidos a los mismos astros desde el génesis.
Sofía, tanto por decir... Tanto por expresar y tan esquivo, solo siento este mengunje de sentimientos revoloteando por todos lados.
Siento esa conexión desde que escuché tu nombre, desde que te vi, desde que conversamos y como hemos compatibilizado. Siempre me dices que los minos se enganchan rápido y me has contado que no saben entenderte, me dices frustrada que has tenido malas experiencias y yo aquí con el fuego intenso queriendo decir que nosotros podemos entendernos, ya lo hacemos y siempre lo hemos hecho desde el primer día.
Eres... Eres fascinante y yo quedo atrapado en tus historias y en tus risas tan frecuentes, a veces creo que tienes las respuestas de lo que busco y que yo soy la respuesta que buscas y desde allí el resto por buscar no es más que el futuro esplendoroso. Tú y yo.
Me embriago con tu presencia y sé que me dirigiré a tus labios para que abramos nuestras puertas internas y entendamos todo.
Y cuando dejo de beber de este elixir, cuando soy analítico la verdad es que sigues siendo todo lo que necesito y yo sé que también lo soy para ti, que puedo darte más de lo que ya tienes y ser lo que mereces.
Por eso me encanta conocerte, me encanta verte y conversar, no tengo manera de coquetearte, solo sé que quedandome cerca tuyo estaré bien, y porque quiero conocerte bien, la base principal es una buena amistad y la afinidad ya la tenemos, desde siempre. A veces me pregunto si sentirás eso, yo creo que sí, lo puedo notar, sentimos eso
Venimos de amar a personas incorrectas y dependientes, seamos libres y en nuestra libertad apañemos a donde sea que vayamos pero estemos juntos, estemos cerca porque podría fumar cajetillas y cajetillas mientras me cuentas las historias más atrapantes que he escuchando en mi vida, yo miraré tus ojitos y tus cachetitos y eso para mi, es mi séptimo cielo.
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