IV

Descanso en el regazo de este poder innato

Sintiendo y buscando lo que está oculto, 

entre tus ojos, tu pelo y tus secretos 
Te estoy persiguiendo desde el inicio de los tiempos

He intentado, desde el cruce de historia, comenzar este relato 
De este puente que emerge hace once años, de niños y ahora adultos
desde lo etéreo y las reencarnaciones, esto quiero contárselo a nuestros nietos

desde los contratiempos de las décadas, siempre hemos estado en el mismo tempo. 

Me siento cálido a tu lado y a veces eres un fueguito como una fogata

vengo empapado de tristeza, de soledad y muerte, de violencia y golpes 

y me siento torpe por estar aquí mirando, quiero que seas tú quien atrape mi alma

Quiero saber más de ti, tu historia, qué hay en la tú interna

puedo ser las llaves de todas tus puertas 

y te invito a recorrer mis laberintos, mis bosques y mi laguna 

mis brazos pueden servirte de un hogar para que duermas 

y esta llama que llevo dentro puede ser tu linterna

Estoy aquí, mudo sin poder decir nada pero quiero que lo sepas 

Toca mis labios bajo la luna y esfumaremos todas estas dudas. 

Eres un rayito de sol y de luz 

y me vuelves loquito con tu actitud

con tu visión, tus ojitos filosos y tu rectitud 

Ya no tengo que buscar a nadie más en la multitud 

Me perdí once años de tu juventud 

Perdí once años de mi mismo por mi egoísmo e inaptitud 

Y ahora que estás tú, solo siento esta cálida gratitud 

Toma mi mano y alcancemos la mental plenitud 

que cuando mi alma vuelva a vivir esto 

cuando el todo dicte que todo comience otra vez 

quiero que siempre seas tú.