sábado, 7 de octubre de 2017

Así qué... en el final ¿fue feliz el pájaro carpintero? 
¿Cuál fue la última canción que salió de su dulce cantar? 
Quizás en el tiempo que estuve varado en aquél bosque, lleno de hadas y ninfas, fui capaz de escucharle y apreciar tan preciosa melodía. Estuve allí, en los pantanos del tiempo, esperando a por ti. Pero fui un imbécil, antes de morir, yo maté a muchas más personas. Las destrocé, las hice añicos, así cómo me pasó a mí pero en ese entonces estaba ensimismado en mi venganza y cuando logré perdonar ya era tarde. Todo estaba jodido.
Y posiblemente en ese instante fue en que morí y vine a parar aquí, a esta mugrosa laguna llena de recuerdos y donde mojo mis pies. Y hay alguien en la otra orilla, es como yo, es igual a mí. Es quien yo solía ser, y me habla y me espanta. No está tan roto como lo estoy ahora mismo yo. 
Estoy lleno de pensamientos quebrados. No puedo ser reparado o curado con besos. Sí pudieras venir a estas aguas y sentarte a mi lado, fumar unos cigarrillos y hablar sobre el pasado acusador que me atormenta, sería un lindo final. Tú eres alguien más y yo sigo exactamente aquí. 
Y ahora mismo el que está en la otra orilla sonríe para sus adentros y no tiene la delicadeza de esconderlo. Esa sonrisa tan irónica. Es como si disfrutase de mi dolor, es como si yo mismo me regocijara de toda mi desdicha. 
Soy un desahuciado y nadie va a cambiar eso. Estoy solo y vacío, nadie va a llenarlo. 

Y aunque el yo de estas agua esté muriendo lentamente solo puedo pensar en que quiero sentir el amor otra vez corriendo por mis venas. Voy a cumplir mis sueños, tengo la libertad de poder escoger mi camino y es un camino sin ustedes. Y voy a cruzarlo. A veces me siento de metal, no puedo ser roto pero no cuando pienso en el pasado y aunque intente olvidarlo está allí esperando a que, en noches tenebrosas como estas, me haga más débil y devorarme. Y lo está haciendo. Ayúdenme. 

Incluso aunque estoy hundido en el lodo, aunque el bosque lleno de duendes desapareció de mi vista y aunque ahora mismo veo esta puerta gigantesca que me ofrece el morir, ya no quiero hacerlo. No lo voy a hacer, antes la hubiese cruzado sin pestañear y hasta hoy me pregunto por qué no lo hice pero el momento de hacerlo ya pasó, ahora solo puedo seguir adelante.

¿Quién querría recorrer estos caminos tan fríos a mi lado? Entonces, allí donde tus ojos no pueden ver, yo voy a llevarte y a mostrarte el verdadero camino, recítame algo y lánzame a los brazos del sueño eterno. Y revivamos, sanemos estas heridas, ahuyentemos estos fantasmas.

Te amo.

Porque nada puede vencer al poder del amor. Y sé que hay alguien allí afuera queriendo escuchar mis historias, mi locura, mi desdicha y sobre todo, querrá fumar unos cigarrillos en las aguas de este sucio pantano.    

0 comentarios:

Publicar un comentario