¿Cuál fue la última canción que salió de su dulce cantar?
Quizás en el tiempo que estuve varado en aquél bosque, lleno de hadas y ninfas, fui capaz de escucharle y apreciar tan preciosa melodía. Estuve allí, en los pantanos del tiempo, esperando a por ti. Pero fui un imbécil, antes de morir, yo maté a muchas más personas. Las destrocé, las hice añicos, así cómo me pasó a mí pero en ese entonces estaba ensimismado en mi venganza y cuando logré perdonar ya era tarde. Todo estaba jodido.
Y posiblemente en ese instante fue en que morí y vine a parar aquí, a esta mugrosa laguna llena de recuerdos y donde mojo mis pies. Y hay alguien en la otra orilla, es como yo, es igual a mí. Es quien yo solía ser, y me habla y me espanta. No está tan roto como lo estoy ahora mismo yo.
Estoy lleno de pensamientos quebrados. No puedo ser reparado o curado con besos. Sí pudieras venir a estas aguas y sentarte a mi lado, fumar unos cigarrillos y hablar sobre el pasado acusador que me atormenta, sería un lindo final. Tú eres alguien más y yo sigo exactamente aquí.
Y ahora mismo el que está en la otra orilla sonríe para sus adentros y no tiene la delicadeza de esconderlo. Esa sonrisa tan irónica. Es como si disfrutase de mi dolor, es como si yo mismo me regocijara de toda mi desdicha.
Soy un desahuciado y nadie va a cambiar eso. Estoy solo y vacío, nadie va a llenarlo.
Y aunque el yo de estas agua esté muriendo lentamente solo puedo pensar en que quiero sentir el amor otra vez corriendo por mis venas. Voy a cumplir mis sueños, tengo la libertad de poder escoger mi camino y es un camino sin ustedes. Y voy a cruzarlo. A veces me siento de metal, no puedo ser roto pero no cuando pienso en el pasado y aunque intente olvidarlo está allí esperando a que, en noches tenebrosas como estas, me haga más débil y devorarme. Y lo está haciendo. Ayúdenme.
Incluso aunque estoy hundido en el lodo, aunque el bosque lleno de duendes desapareció de mi vista y aunque ahora mismo veo esta puerta gigantesca que me ofrece el morir, ya no quiero hacerlo. No lo voy a hacer, antes la hubiese cruzado sin pestañear y hasta hoy me pregunto por qué no lo hice pero el momento de hacerlo ya pasó, ahora solo puedo seguir adelante.
¿Quién querría recorrer estos caminos tan fríos a mi lado? Entonces, allí donde tus ojos no pueden ver, yo voy a llevarte y a mostrarte el verdadero camino, recítame algo y lánzame a los brazos del sueño eterno. Y revivamos, sanemos estas heridas, ahuyentemos estos fantasmas.
Te amo.
¿Quién querría recorrer estos caminos tan fríos a mi lado? Entonces, allí donde tus ojos no pueden ver, yo voy a llevarte y a mostrarte el verdadero camino, recítame algo y lánzame a los brazos del sueño eterno. Y revivamos, sanemos estas heridas, ahuyentemos estos fantasmas.
Te amo.
Porque nada puede vencer al poder del amor. Y sé que hay alguien allí afuera queriendo escuchar mis historias, mi locura, mi desdicha y sobre todo, querrá fumar unos cigarrillos en las aguas de este sucio pantano.
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