Me fumo cuatro porros y me viro al carajo
al amor quien lo invitó y quien coño lo trajo
el demonio en mi interior todas las noches me ultrajó
los lechos malignos están localizados en todo el cuerpo
en todas las almas, en el cenicero con el cigarrillo a medias
quizás todo es mentira, quizás estoy loco, dentro de mí ya nada incendia
estos amores idealizados deben dejar de ser ciertos.
No hay nadie con la intimidad que deseo, nadie calza
no calzo con nadie, no le aporté a nadie
y ese fue mi fracaso y condena
y por la chucha que la pago
hay bastones, hay humitas
hay playas desiertas con atardeceres grandiosos
hay lluvia en el paradero de micro
luego hay fuego, pero no hay luz
una llama ardiente en oscuridad
todo aquello ha sido borrando en la pizarra del tiempo.
Pero tras cada mundo irrisorio, por cada sonrisa
no esa sonrisa malvada
esa sonrisa que generan los recuerdos dulces
pero también que guardan mucho dolor
y tisteza, y melancolía
y pena
pero aunque puzen aquí dentro
Siguen siendo recuerdos secretos preciados para nosotros.
Quiero decir que no hay dudas
pero incluso de aquello dudo
aunque soy más adulto
sigo siendo un niñito
pero ahí estoy dando cara
dando golpes y gritos
aprendiendo e intentando dar lo mejor
soy distinto, soy directo
soy explícito
Tengo que conquistar el mundo.
0 comentarios:
Publicar un comentario